Un oftalmólogo es un especialista médico que trata problemas oculares. Puede ejercer como empleado o como autónomo. Sea cual sea el estatus, las funciones siguen siendo las mismas. Sólo el modo de remuneración es diferente.

Oftalmólogo de plantilla

En general, un oftalmólogo empleado trabaja en un hospital. Se le considera entonces funcionario público. Por eso tiene el estatuto de asalariado. Al elegir este estatuto, el oftalmólogo está sometido a un régimen de subordinación. Como cualquier otro empleado, está vinculado por un contrato de trabajo, ya sea de duración determinada o indefinida. No se les paga en función de los honorarios, sino que perciben un salario mensual. Los jóvenes oftalmólogos se sienten más atraídos por este estatus para conseguir su carrera y adquieren experiencia. Al cabo de unos años, algunos de ellos pasan automáticamente a la práctica privada. Sin embargo, los oftalmólogos por cuenta ajena pueden ejercer de forma privada si su contrato laboral no se lo impide.

Oftalmólogo privado

A diferencia de su colega, eloftalmólogo privado tiene independencia económica, es decir, se le paga en función de los servicios prestados. Trabajan sin la presencia de un jefe directo en clínicas o consultas médicas. Los autónomos también pueden ejercer medicina ambulatoria. En otras palabras, pueden desplazarse a cualquier lugar para atender a los pacientes y pasar consulta. Es el caso, por ejemplo, de las intervenciones en el campo. Así, el oftalmólogo liberal no está obligado a firmar un contrato. Trabajan por cuenta propia. Son ellos quienes definen sus propias condiciones de trabajo. Este estatuto es apreciado por los oftalmólogos que ya tienen mucha experiencia y desean establecerse.

¿Qué estado elegir?

Independientemente de la elección del estatuto, eltrabajo de oftalmólogo va a cambiar mucho en los próximos años, según los estudios realizados por la Comisión de Salud Pública. Habrá mucha demanda de especialistas y la elección del estatuto es sólo una formalidad. Sin embargo, es más prudente empezar su carrera por la condición de empleado. La ventaja de este último es la experiencia adquirida en los hospitales. Una vez bien asentadas las bases, es más fácil pasar al estatuto liberal. Al optar por abrir su propia consulta, el oftalmólogo liberal tiene la posibilidad de ejercer su actividad sin limitaciones y de seguir sus propias reglas. Actualmente, hay tantos oftalmólogos asalariados como autónomos.

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